Noticias
CORPUS CHRISTI

Oh, mi Dios, cuánto has aceptado sufrir para que yo te reciba, te coma y te beba, y por un tiempo hagas tu morada dentro de mí, haz que mi corazón lata con tu Corazón. Purifícalo de todo lo que es terreno, de todo lo que es orgullo y sensualidad, de todo lo que es duro y cruel, de toda perversidad, de todo desorden, de toda muerte. Y así, llénalo de ti, que ni los acontecimientos del día, ni las circunstancias del momento puedan confundirlo, sino en tu amor y en tu temor pueda estar en paz.
